Han pasado por aquí

martes, 16 de agosto de 2011

Desahogo.


Simplemente necesito escribir, no se sobre que ni porqué pero siento que necesito gritarle a alguien todo lo que me pasa por la cabeza desde hace un tiempo.
Tengo grandes personas con las que puedo hablar y contarles todo lo que pienso, pero realmente, nunca encuentro la manera exacta de expresar todo lo que quiero, quizás ni siquiera soy capaz de explicarme esas cosas a mi mismo, y por eso a veces y como diría Lala, " me siento como cargado de mierda ahí abajo" xD
Llevo casi dos meses en el exilio, cuál Miguel de Unamuno en sus tiempos majoreros, como siempre digo, esta isla esta muy bien para unas vacaciones. Cuando ya llevas un periodo largo de tiempo comienzas a cansarte de la rutina, y no sólo eso, ya me fui hace seis años de aqui, y cuando vuelvo, siento que por una parte ya soy medio canario y necesito mis buenas dosis de civilización.
He pasado buenísimos momentos este verano, sobretodo cuando han venido amigos a visitarme desde Las Palmas, realmente ha sido genial. También lo he pasado mal en estos largos periodos de aburrimiento majorero, en los cuáles como en este preciso instante, no sabes que hacer y simplemente dejas que pasen las horas y luego los días sin hacer nada más que mirar el Tuenti comer y dormir.
Odio estar así, necesito actividad cerebral urgente YA. Necesito tener cosas que hacer en todo momento y sobre todo necesito estar con toda esa gente que me completa.
Por otro lado, un verano en fuerteventura, siempre me acaba recordando a uno en especial, uno de mismejores veranos aquí, podría decirse que el primero en el que realmente descubrí cosas importantes a esta edad, el primero en el que experimenté todo tipo de sensaciones, y también el verano mas especial de mi vida. Volver a visitar lugares en los que dos años atrás pasé cosas que me marcaron, ahora me traen infinitos recuerdos, incluso he llegado a soñar muchas veces con esos momentos y esos lugares.
Es todo muy paradójico el que en un lugar, puedas vivir dos, tres, cuatro o infinitas momentos diferentes, sin tener nada que ver, un lugar que te puede traer mil recuerdos diversos. Seguro que hace dos años, tumbado en aquella playa, mirándote a los ojos y pensando que no había cosa mas hermosa en el mundo, creyendo que podía estar así años, observando tu iris iluminado por el sol como si fuera un bobo; con esa sonrisa en la cara que hace ya tiempo que no consigo poner, nunca pensé que volvería a ese mismo sitio, dos años después, con otras dos chicas a las que quiero de una manera totalmente diferente a la que te quiero a ti, no pensé tampoco que cuando volviera allí, iba a revivir todos esos momentos y que esa sonrisa volvería a iluminar mi cara una vez más.
Es entonces cuando una vez más, y desde hace mucho tiempo, me vuelvo a preguntar, ¿qué habré hecho mal?, puede que muchas de las decisiones que tomo sean erróneas, y que muchas son acertadas. Pues la verdad, no lo sé ni tampoco me importa, aunque muchas veces no me entienda, aunque muchas veces ni siquiera sea capaz de explicarme a mi mismo lo que se me pasa por la cabeza, aunque nunca pueda hablar de mis sentimientos o de lo que pienso con nadie y aunque tenga una clave de usuario en mi cerebro que todavía no recuerdo, sigo pensando que debo guiarme por lo que en cada momento me pida el cuerpo, el cerebro y mis sentidos.
Siento que muchas veces, el ser tan cerrado a la hora de expresar lo que pienso en ciertos temas, me cierra muchas puertas, muchas veces incluso llego a hacer daño a personas que ni siquiera se lo merecen y otras, aún sabiendo que lo hago me es imposible evitarlo.
Si pudiera, cuando estas personas me miran a los ojos y me piden alguna explicación o me hacen preguntas que ni yo me se responder, les miraría fijamente y les abriría mi mente para que navegaran por ella e intentaran entender algo. Creo que ahí dentro hay un amasijo de garabatos desordenados que se van acumulando a medida que me suceden cosas, aprendiendo de mis vivencias y quedándose marcados en mi memoria, algunos con lápiz, otros con boli, los hay que se dibujan con rotulador permanente e incluso algunos más importantes son esculpidos a cincel.
Lo quiera o no, como todo ser humano, mis actos día a día se ven afectados por todo lo que anteriormente me haya sucedido; ¿ aprender de la experiencia dicen ?. Pues si, se aprende de todos los errores y las victorias, de cada paso que das y de cada obstáculo que esquivas o superas.
Una vez me planteé, si mañana se acabara el mundo, realmente me encantaría sincerarme con todas las personas que conozco y que son especiales para mí. Pensé que les diría a todos y cada uno de ellos. De esta forma me di cuenta que debo muchas disculpas a mucha gente, que muchas veces se quedan cosas en el aire, y espinitas clavadas que endurecen o entorpecen las relaciones entre las personas, otras veces, no se agradece lo suficiente a alguien el que esté a tu lado siempre o el que te ayude en gestos tan insignificantes como acompañarte a sacar a tu perro.
El hecho de que la vida siga tan rápido y que las relaciones interpersonales se sucedan a un ritmo tan desorbitado siempre me hace plantearme que pocas veces quedamos marcados en la mente de alguien y eso no me gusta. Desde la experiencia, y sirviendo de ejemplo, en menos de 6 años, he podido tener unos 6 o 7 grupos diferentes de amigos, muchos amigos y amigas especiales que han pasado por mi vida y como antes dije, algunos quedan marcados con rotulador permanentes y otros incluso a cincel. Intento recordar a todos, y me sorprendo al darme cuenta que muchas veces no recuerdo a la mayoría de ellos, mucha gente que pasa fugazmente por mi vida y que son sucedidos por otra gente que a los pocos años corre la misma suerte.
Los hay también que siempre están conmigo, los que son imposibles de borrar de mi mente, esos son los que la mayoría de las veces te hacen sentir bien cuando estás mal y que aunque hayan pasado a un segundo plano de tu vida, incluso aunque ya no mantengas el contacto con ellos, como antes dije, cuando vuelves a recordarlos te crece una sonrisa en la cara.
Como siempre, termino yéndome por las ramas y olvidando completamente lo que quiero sacar.


Hay momentos en los que ni escribiendo puedo soltar todos los pensamientos que se arremolinan aquí arriba.


Simplemente, me gustaría poder dejar mi mente en blanco, relajarme mucho, y contarte a ti, a ti, a ti y también a ti, en susurros o gritando, , que ojalá estuvieras aquí conmigo, que no quiero verte nunca más, que me muero porque vuelvas a besarme, que lo quiero todo y a la vez nada, que cierres los ojos y recuerdes todos esos momentos, que recuerdes todo lo que pudimos llegar a sufrir solo por conocernos, nuestra primera vez, nuestras peleas, a ti que pienses en cuando éramos los mejores amigos, cuando pasábamos horas hablando, cuando no nos hablábamos en dos días, darte las gracias a ti por estar siempre a mi lado y seguir estándolo, a ti por tus consejos y porque siempre tienes una solución para todo, a tí que cada vez que hablamos se me pasa todo, a ti siento no ser lo que esperas, a ti me gustaría poder decirte todo y a la vez no te diría nada, a todos, espero que sigan marcados como garabatos dorados, perfectos e inmortales en mi pequeña cabezota.



· · ·
Compartir es bueno

3 comentarios:

  1. Es normal que te pase todo esto. Cuando los seres humanos tenemos tiempo para pensar es cuando realmente empieza el problema porque pensamos demasiado. Y si hemos tenido muchas experiencias, buenas o malas, pensamos mucho más que demasiado. Algunos de esos nombres grabados en letra de oro, para bien o para mal, nunca recibirán esa explicación, ese elogio, esa consideración que, algún día, te gustaría darles pero desde luego al menos tuvieron experiencias que, para bien o para mal, gracias a ti les ayudaron a ser mejor personas y madurar más. Lo mismo te habrá pasado a ti. Y bueno, todo pasa, al final. Lo mejor para no pensar es ocupar tu tiempo pero si no sabes cómo simplemente vete a caminar, da paseos... Pensando con aire fresco en la mente al menos las cosas a veces no son tan tremendas... o a veces sí, no sabría qué decirte. Los cerebros desocupados son los que más sufren. A veces dan ganas de desear ser ignorante y estar ocupado continuamente a lo contrario... Buen verano.

    ResponderEliminar
  2. Anda, es la primera vez que me comentan una entrada tan completa y perfectamente xD muchas gracias por molestarte en leerlo y por darme tu opinión. Y creo que no me entendiste bien ya que no me parecen tremendas estas cosas ni me producen ningún mal en la cabeza, simplemente me doy cuenta de que pasan, me parecen curiosas y lo comento, pero que no me suelo preocupar por casi nada asi que lo de salir a pensar lo hago en cualquier sitio, si es verdad que dando un paseito te sientes mejor y todo se ve mas claro.
    y no, no dan ganas de ser ignorante, eso sería muy aburido, creo que deberíamos estar siempre aprendiendo cosas, teniendo curiosidad por lo que desconocemos y tratar de entender lo que ya sabemos. Buen veranomoral para tí tambien !

    ResponderEliminar
  3. Pues qué suerte tienes de ser capaz de abstraerte de tal manera que puedes no rallarte por las cosas. Realmente es una cualidad muy interesante. Y bueno, yo tampoco creo que ser ignorante ayude, odiaría serlo pero, aun así, a veces me dan ganas de serlo o de no existir sólo para no tener que estar pensando en todas las cosas que rallan tanto, y más rallan cuando son de tema sentimental o existencial... porque a veces ni uno mismo sabe qué pensar o decir.

    ResponderEliminar