Hace unos pocos meses salía de la cafetería de la escuela cuando una chica me abordó y me preguntó que si podía hablar conmigo. Le dije que sí y directamente me preguntó que si me gustaría ser su modelo para el Fashion Day. Realmente me habían animado a presentarme al casting pero cuando llegó el momento a mi no me hacía mucha gracia así que no me presenté. La chica me contó que le había fallado su modelo y que necesitaba uno urgente para empezar con el traje. No tuve tiempo para pensármelo y quizás por eso fue por lo que acepté, le dije que sí.
El resto de la semana lo pasé cagándome en todo por haberme metido en tremendo marrón, pero lo cierto es que poco a poco se me fue olvidando y sólo muy de vez en cuando Mar ( mi diseñadora) venía a mis clases y me "secuestraba" un rato para tomarme las medidas.
Pasaron los días y poco a poco el traje fue tomando forma, tengo que decir que cuando vi el boceto no me gustó nada con respecto al resultado final. Al principio solo era un chaleco de plástico muy apretado por cierto y que daba muchísimo calor. Mar lo fue arreglando todo y más adelante me lo volví a probar y me estaba mucho mejor. Un día me llamó para probarme el traje y ya estaba casí terminado, tenía los remates del chaleco en negro, la tipografía, la cremallera... Sólo le faltaban algunos pequeños detalles, ese día estuvimos unas horas esperando para que los profesores dieran el visto bueno al traje y luego sacarme las fotos.
Cuando llegué de vacaciones sólo faltaban 5 días para el desfile y yo no tenía ni idea de como desfilar ya que nunca en mi vida he visto o he participado en uno. Los primeros días hicimos pruebas sobre el escenario que estaban montando los de arquitectura efímera. Poco a poco Oliver nos fue explicando como teníamos que caminar y movernos y dandonos consejos, la verdad es que me lo pasé muy bien en los ensayos a parte de tener una buena escusa para perder varias clases.
El miércoles estaba nervioso, pero eran unos nervios diferentes a los que he tenido siempre, estaba relajado pero a la vez no sentía nada, no tenía miedo ni verguenza por lo que iba a hacer, sólo lo sabía y esperaba.
El jueves ya más enserio hicimos las pruebas finales con música y bailarines incluidos. La verdad es que pensé que no iba a dormir en toda la noche pero me fue bastante bien.
El viernes por la mañana me preparé y a las 12 me fui para la escuela. Una vez allí me encontré con otros modelos que se habían quedado en la cafetería a comer. Todos estaban nerviosos pero yo seguía igual. Me sorprendía. Cuando empezamos a caminar de nuevo por el escenario ya sabíamos que eran las últimas horas y enseguida terminamos y nos fuimos a maquillar. El tema del maquillaje fue un desastre, pintaron completamente de blanco a mucha gente morena y parecíamos muertos, a mi concretamente me dejaron con unas pintas un tanto raras con una raya en el ojo. Estuvieron media hora peinandome y cuando me levanté y me miré tenía exactamente el mismo peinado que con el que había venido pero con 1 kilo más de laca encima.
Cuando llegué al backstage, Jenny, una diseñadora de primero y que conozco de hace dos años me hizo un arreglo en el pelo y la verdad que me lo dejó de maravilla en comparación con las estilistas.
Hicimos un último ensayo, nos pusismos los trajes y enseguida nos colocamos detrás del backstage, iban a abrir las puertas.
En cunato abrieron las puertas y me asomé a ver cuanta gente había venido, comenzaron los verdaderos nervios, me latía el corazón muy rápido y bebía mucha agua. miraba a todo el mundo y la gente iba de un lado a otro muy rapido. Me intenté relajar y disfrutar ( me costó mucho ).
Tras el escenario oíamos la música y a los bailarines actuando y la gente gritando, fueron saliendo los primeros modelos y la gente aplaudía, pero con cada grito el corazón se me aceleraba más.
Cuando quedaban 30 segundos para salir, mi compañera se le calló una botella de agua por encima y nos pusimos mucho más nerviosos. La secaron rápido y salió, yo estaba contando sus pasos para salir el siguiente, cuando llegó a la escalera subí yo a la pasarela y comencé a caminar.
Nunca olvidaré esa sensación. Pude creerme la persona más feliz del mundo, muchísimas personas me gritaban me aplaudían y me sacaban fotos, vi muchos flashes y luces, pero al tener un foco alumbrándome la cara no podía ver a nadie. Sólo oía gritos y más gritos. Intentaba no expresar esa emoción y sólo sonreía.
Cuando me tocó el turno bajé la escalera y llegué a la zona donde estaban todos los fotógrafos. Ahí si que me llovieron fotos y flashes por todos lados a la vez que gritaban mucho.
Cuando llegué de nuevo a mi sitio y nos dimos la vuelta para regresar, de nuevo más aplausos, tuve la sensación de que todo había terminado cuando me di la vuelta y me encaminé al backstage. Cuando bajé las escaleras la gente me felicitó y todos me preguntaban que que tal yo solo podía sonreir y notar que mi corazón se adaptaba de nuevo a su ritmo normal. Ahora después de haber salido ahí fuera y haber pasado todo eso, yo sólo quería volver a repetirlo una y otra vez. Fue una experiencia maravillosa que nunca olvidaré.
Cuando todos terminaron de desfilar con sus trajes, salieron de nuevo todos los modelos y diseñadores a la vez y estuvimos un buen rato recibiendo aplausos y fotos por todos lados .
A partir de ahí todo fue muy rapido, muchas fotos con gente, saludos, presentaciones, gente, mucha gente...
Cuando todo terminó nos cambiamos y volvimos al taller, los que quedamos nos fuimos a la pizzería Calabria, cenamos y nos reimos bastante.
A partir de aquí ya comenzó la noche en su máximo explendor, se puede decir que fue una buena noche, diferente que es lo que me gusta. Pasamos un rato en el inter bebiendo con la gente de arquitectura efimera y nos fuimos al FLASH donde la desfasamos como siempre pese a ser una decepcion de local cada vez mayor. El culmen de la noche llegó cuando bajamos a las Canteras y los diseñadores y yo nos metimos en el agua ( que porcierto estaba helada). Fue una noche perfecta y para rematarla nos quedamos dos personitas y yo a ver el amanecer en la playa y volvimos a casa a las 7 y media de la mañana.
Para terminar, quiero agradecer a todas las personas que hicieron posible el desfile, tanto a los de arquitectura efímera como a los fotógrafos que hicieron un trabajo perfecto, los de bisutería que nos "decoraron", y los diseñadores de moda como no a mi diseñadora Mar porque su traje desencajó mandibulas mientras caminaba con él puesto. Muchas gracias por haberme presentado esta oportunidad que si no llega a ser por mi verguenza no hubiera pasado por mi vida. Ahora despues de esta experiencia se que soy capaz de cualquier cosa, me ha servido sobretodo para perder mucha verguenza y aparte para conocer muchísima gente interesante y como una experiencia en mi vida que el año que viene espero repetir.
PD: Las fotos son todas sacadas por los alumnos del ciclo de fotografía y algún fotógrafo externo. Son muy buenas y ni siquiera las he retocado, las subiré tal cual las he conseguido. Nuevamente gracias por estas fotos. Cuando tenga el video haré otro post.
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